¿Por qué?

Vivimos en un mundo definido por la velocidad de los cambios. Un mundo que necesita cada vez más de ideas, de pensamientos, de valores humanistas, de la empatía. ¿Cómo dotamos de significado a los cambios de hoy?
Quienes se desenvuelven en las Humanidades y en las Ciencias Sociales suelen ser quienes plantean las preguntas esenciales. Los que cuestionan el status quo. Los que, en medio del vertiginoso ritmo de la inmediatez, de los resultados, de la productividad, se preguntan por el sentido de lo que hacemos, el sentido del ser humano.
¿De qué modo participamos en la globalización si no comprendemos quiénes somos y qué es aquello que nos hace singulares como personas, como ciudadanos, como nación? Sin las Humanidades no es posible traer al presente las lecciones del pasado, ni comprender mejor lo que nos hace humanos a través del arte y otras manifestaciones de la cultura, ni dotar a los acelerados cambios científicos y tecnológicos de un marco ético. Sin las Ciencias Sociales -como la Economía, la Sociología, la Geografía-, no es posible transformar el crecimiento económico en verdadero desarrollo: aquel que, más que riqueza, lo que crea es una sociedad equitativa, justa, creativa, humana.
Textos y entrevistas del sitio: Carmen Sepúlveda, periodista.

Descentralizar para evitar la asfixia de las naciones

Mayo, 2015 | Calidad de vida, Economía, Videos

Esteban Valenzuela

Compartir esta publicación

EmailFacebookWhatsAppTwitter

Si el mundo fuera un gran islote democrático que funcionara bajo la hegemonía administrativa  de Isla de Pascua: ¿Sería posible resolver las complejas crisis de los ingleses, franceses o norcoreanos? De descentralización para mejorar la convivencia y el progreso de las naciones, trata el análisis de Esteban Valenzuela, académico del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Alberto Hurtado. 

Según la OCDE, Chile es uno de los países más centralizados con una capital que reúne el 44% del PIB.  El académico Esteban Valenzuela, Presidente de la Comisión Asesora Presidencial en Descentralización y Desarrollo Territorial y director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Alberto Hurtado, plantea que lo grave de continuar con esta lógica es aplazar el desarrollo del país.

Cuando una nación avanza sin distribuir  el poder, los recursos y la participación ciudadana presenta mucha dificultad en el diálogo y la confianza entre las personas y las instituciones. Según Valenzuela, es clave para un gobierno moderno la policentralidad porque permite igualdad, integración, y resolver de forma respetuosa las más diversas crisis.

“Chile ha quedado rezagado en esto. Los 40 países más avanzados utilizan la mitad de los recursos de forma independiente a través de municipios, regiones, provincias y autonomía indígena, en Chile sólo es un 15%. El problema del transporte en Santiago, en todos los países del mundo está entregado a un intendente electo, en Chile no”, dice Valenzuela.

Los países nórdicos o los casos de Uruguay, Nicaragua, y Colombia en América Latina son ejemplos de gobernabilidad que se han logrado desde abajo, con paradigmas en calidad basados en la gestión autónoma de las regiones. Según el profesor esos son modelos que tenemos que mirar porque es “bueno para un buen gobierno: “La mitad de los conflictos en Chile son territoriales, las regiones están molestas porque no pueden invertir, porque les imponen empresas sin participación del agua o en el manejo del borde costero”. Conflictos que van a seguir generando desigualdad y descontento social, es por eso que hay que ensanchar este proceso  porque está en juego el deseado desarrollo del país. Lo bueno es que aún se está a tiempo, más en tiempos cuando las autoridades centrales enfrentan incendios diarios en sus niveles de credibilidad.

Links UAH: 
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Ciencia Política y RR.II.
Esteban Valenzuela
Postgrado UAH
Ediciones UAH

 

Otras publicaciones que te pueden interesar